martes, 25 de noviembre de 2008

MENTES ATURDIDAS

Me encuentro recostado en mi cama con la luz apagada, ya es de noche y me quiero dormir, pero no puedo, algo no me deja dormir... de repente siento dentro de mi algo que quiere escapar, es algo que no puedo detener, es como un impulso, es... no lo se pero no puedo dejar de obedecerlo, me obliga a levantarme de mi cama, a dar de vueltas por toda la habitacion, gritando lleno de terror.

Agarro un sombrero y me salgo de mi casa, camino por la ciudad buscando algo con que detener ese algo que llevo dentro de mi, solo camino sin rumbo alguno, mientras que entre las sombras y la obscuridad solo vengo yo.

Como alma en pena voy vagando por la inmensa noche, sin ser detectado por los demás, simplemente sigo mi camino, no se a donde voy ni que voy a hacer, solo sigo caminando.

La sangre me hierve y circula rapidamente por mis venas, siento que me quema, que voy a explotar, ¡ya no puedo más! necesito sacar esto que llevo dentro, camino más rapido, de entre mis ropas saco un cigarro, lo enciendo, lo fumo, dentro de mi algo me está matando, y no se que hacer.

Cierro fuertemente mis ojos, miro hacia adentro y me veo a mi mismo, lleno de miedo abro los ojos, no puedo soportar el verme sufrir así, busco a alguien que me ayude pero las personas parecen no verme.

Grito lleno de desesperación suplicando ayuda, pero parece que nadie me escucha, que nadie me ve, parece que no existo; comienzo a correr, atraviezo la ciudad,; no se que sea pero me está matando, ya no puedo más y grito cada vez más fuerte, necesito sacar esto que esta dentro de mi, necesito ayuda, necesito...

Algo me comienza a golpear el estomago, me duele mucho, me tiro en la calle y me comienzo a retorcer como gusano en sal, ya no aguanto asi que busco una salida, veo un edificio alto, lo subo y salto.

Me veo a mi mismo caer desde el piso 80, a gran velocidad, ¿me veo? que es lo que esta pasando, oigo mis gritos llenos de dolor y de terror, ¡Alto! no quiero caer, comienzo a correr hacia donde caere del edificio, tengo miedo de mirar como muero, tengo miedo.

Cierro mis ojos para no ver mi muerte sigo escuchando mis gritos, y al final solo escucho un fuerte golpe, el silencio invade la noche, la llena de terror, de no saber que pasó. Cuando los abro no veo nada, todo está obscuro, todo está en completo silencio, pero yo me siento aturdido de no saber que pasó, si en verdad mori o solo fue un sueño.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

AROMA A MUERTE

Mientras prendo un cigarro me pongo a pensar de lo que he vivido en los últimos días ya que gracias a mi actual trabajo he tenido la oportunidad de ver como muchas personas mueren de forma trágica, y es que mi trabajo es ser reportero.
la muerte nos llega de manera inesperada y en ocaciones de manera tragica y dolorosa, es el caso de los atropellados quienes en su mayoria pierden la vida de manera instantanea, cuando se dirigen a sus trabajos o a visitar a alguien, a su casa o simplemente de paseo, nunca más llegan a su destino.
la sangre se derrama por la carretera mientras los curiosos observan tu cuerpo inerte, los cuerpos de auxilio y elementos policiacos aguardan la llegada de la camioneta que te dará un último paseo: la camioneta de los forences, quienes recogen lo que quedó de ti, solo un cuerpo inerte y vacio.
un grán dolor llega a tu hogar y simplemente no pueden hacer ya nada, porque tu has partido a otra vida que quizas no exista o quizas nunca veamos.
el olor a muerte inunda el lugar, tu te encuentras tirado, la gente te observa, nosotros los reporteros simplemente hacemos nuestro trabajo.